domingo, 24 de septiembre de 2023

Pedacito de cielo robado


 


En este pedacito de cielo que me ha sido heredado, he tenido la posibilidad de disfrutar de un sinnúmero de de amaneceres, de encuentro y de placeres. He podido compartir con mis seres consanguíneos los cambios de año y unas cuantas historias nocturnas, también me he permitido disfrutar de las buenas compañías de aquellas amistades que se han marcado en mi vida, pero esta historia no seria lo mismo sin la ultima travesía que tuve en aquel terreno paradisiaco que me recordó la importancia del poder gozar de todo el esfuerzo que implica mi trabajo. 

Para dar un contexto a esta historia tengo que remitirme al momento en el que se gestó. Era una tarde la "segunda feria" (como se diría en la lengua del país de la samba). Me encontraba atendiendo a los sujetos que me habían contratado para desentrañar las confusiones de sus temores y sus dudas. Sin pensarlo mucho, en la puerta de mi despacho se asomo una carta que se acompañaba del timbre característico que anunciaba una novedad. Hice una pausa entre caso y caso, me levante del sillón y cuando abrí esa misiva, solté una tenue sonrisa. Estaba escrito allí un saludo cordial que me preguntaba sobre mi bienestar. 

Pasaron un par de mensajes y por la alegría de los mismos, tomé la decisión de aceptar la invitación que en aquella carta estaba escrita; ir a descansar, a gozar y a retirar un aire diferente. Como no es mi costumbre, me implicó reorganizar mis labores y mis finanzas; lo hice completamente convencido de la decisión que estaba tomando. 

Sabia que éramos cuatro sujetos los que nos envarcariamos en este viaje de libertad, tranquilidad y disfrute; lo que no sabia era como seria todo eso. 

Cuando atracó el navio aereo me encontraba incomodo por la alta temperatura que esa tierra propia. No estoy acostumbrado a un nivel de calor terrenal alto; para mi era alto. Allí en ese puerto acero nos encontraos todos y tomamos un vehículo terrestre, el cual nos llevó hasta nuestra morada. en el camino, estaba pensando en un par de actividades que quería compartir con mis nuevos colegas de viaje; pero no me imaginaba la forma en la que tendría que cambiar de planes, así como tampoco el efecto que eso tendría en mi, o en ellos. Mucho cambió. 

Aceptando que no podría llevarlos a los lugares que había pensado, me dejé llevar por las circunstancias que implicaba la falta de responsabilidad de cuidado a la cual he estado acostumbrado. Parecía no ser muy diferente. Así pues, comenzamos a gozar de la brisa, el mar, las olas y los efectos del elixir que consumimos. 

Como ya lo mencioné, éramos cuatro sujetos en este paseo, pero no he expuesto quienes éramos. Ya deben saber que soy un detective, un investigador de las causa profundas de cada una de mis clinetes, pero ellos eran algo distinto aunque, en parte, podrían compartir, dos de ellos (mujeres) algo de esta labor. 

El primero, era un trovador de antaño, un hombre que siente en su olfato las tonalidades de las personas que lo torean, sabe y ha sabido como expresar con su palabra una resonancia cautivante que atrapa la atención de que lo escucha; acelerado, libre, que escucha para si y que presenta su experiencia con vivacidad y pasión; todo un gitano. Este particular sujeto sabe como vivir la vida libre de arrepentimientos, conoce, por la experticia que le da su edad, la simplicidad del día a día y se regocija y con toda razón. Ha debutado con aquellos héroes con los que ha compartido un poco de su historia. Fue él quien le dio a este reporte el nombre que tiene, por eso estaré agradecido siempre. 

Mis otras dos compañeras eran un par de ninfas bañas por dones que ni Zeus habría permitido que se escaparan del olimpo. Una de ellas, noble, sencible,  espontánea, firme, servidora, activa y gacetas. La otra, altiva, coqueta, cautivadora, decidida, despampanante y certera. No quedaría completa esaa descripción si no le haría honora a la hermosura que este par de semi diosas llevan consigo; pero no me malintrepten, no es solo esa hermosurafisica que sin esfuerzo ni mucho trabajo tienen, es por esa preciosa belleza que guardan, y explotan, de su corazón. 


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