lunes, 6 de mayo de 2013

Agradecimiento de despedida del primer cuarto de siglo vivido




Hace ya mucho tiempo que no he escrito nada en este sitio, siento que ya es hora de retomar esa buena costumbre que dejé a un lado por vivir en el afán cotidiano del mundo que me compone. La mejor forma de recapitular y retomar este espacio como uno de los refugios para mi sentir, es entregando algo que se encuentra publicado en un lugar mas privado. Puede que algunos de ustedes lo vean y lo reconozcan, pero, seguramente para la mayoría de los navegadores de este océano de conocimiento, para todos aquellos incautos que se toparon con este sitio por accidente y para los otros pocos que están pendientes de como simbolizo mis experiencias, sea algo Nuevo.

Acá va:

Decir que no tengo palabras para agradecer a todos y cada uno de ustedes, seria caer en un cliché común que la sociedad ha adaptado. Por esa razón les escribo haciendo uso de algunas palabras que tengo en mi repertorio, tratando de articularlas de la mejor forma posible para agradecerles por ser y estar presentes en mi vida como seres, como recuerdos, como anhelos y como maestros.
Me veo en el grandioso deber de decirles a todos ustedes, a aquellos que me escribieron, me llamaron, me buscaron, me abrazaron, me besaron y me felicitaron. Así como también a aquellos que desde su silencio se tomaron el tiempo de leerme, gracias. Gracias por contribuir, cada uno a su manera, en la formación de mi ser; gracias por haber hecho, y estar siendo, parte de mi vida en este primer cuarto de siglo que el día de hoy acaba de terminar. Gracias por compartir a mi lado, sus alegrías, sus tristezas, sus dolores, sus penas, sus angustias, sus caricias, abrazos y besos. Gracias a todos y cada uno, por estar allí a mi lado y enseñarme gota a gota lo que implica desde su experiencia sentir, aprender, dudar, pensar, filosofar, soñar, crear, creer y crecer. Ustedes amigos míos, integrantes de lo que yo llamo mi familia elegida, acá también te encuentras tu hermana mía. Ustedes que han tolerado mis arrebatos, tristezas, confusiones, locuras, alegrías, logros y progresos, gracias.
Quiero aquí también mencionar y agradecer a aquellos que no hacen parte de este medio de conexión social. Primero a mi familia, mis padres, primos, y tíos, ellos que saben que el vinculo que nos une comienza por un lazo sanguíneo, pero que saben sin necesidad de decírselo, que ese vinculo que nos conecta va mucho mas allá. Segundo, a mis profesores, ellos que con sus palabras lograron atraparme y enamorarme de la vida del psicólogo; ya que fue gracias a ellos, a la pasión con la que me enseñaron, me preguntaron, corrigieron y aconsejaron, que es que me enamoré de esta formidable profesión. Tercero, a mi analista, a el que es este individuo particular e impredecible, que me ha mostrado muchas, que no son tantas, de las partes que yo desconocía de mi mismo; él que con su rigurosidad en su quehacer cotidiano, me ha mostrado sensiblemente la importancia de conocerme cada día mas. Cuarto, a mis jóvenes conflictivos, estudiantes y pacientes, porque son ellos quienes sin darse cuenta, están contribuyendo en el tallar y esculpir de mi futuro profesional.
En este punto, quiero nombrar a quienes por designio de la vida se han tenido que marchar de este plano terrenal. Ellos, ese trio de sujetos que con muchas, por no decir todas sus acciones, hoy en día me hacen pensar, sentir, y por que no decirlo, anhelar su presencia acá tanto conmigo como los que también los extrañan. Aunque pueda que al decir que están presentes en el firmamento, me esté equivocando, quiero darle las gracias por llevarlos en las anécdotas que se encuentran como películas almacenadas en mis recuerdos. Seguramente desde donde se encuentren estarán gozando del alboroto que los que aquí hemos creado en conmemoración de este día.
Ahora no puedo dejar de agradecer a los amores sentimentales de mi vida. Esas mujeres que por despertar en mi los mas increíbles sueños idílicos, por alimentar de manera voluntaria o no, mis mas intensas fantasías, por permitirme crear mis mas bellas obras de arte imperfecto, por establecerse en mi como las inspiradoras y motores de mi vida; pero sobre todo, por permitirme disfrutar de cada una de las aceleradas de mi corazón, cuando me encontré a su lado, cuando en mi cama se encontraban, cuando acongojaban mis lagrimas, cuando desplegaban su belleza infinita con su espontaneidad incontenible, cuando sentía sus exuberantes aromas, y cuando me daban el placer de verlas sonreír plenamente, así no se lo imaginaran, y puede que no se lo imaginen. Gracias.
Para terminar, porque puede que estén un poco cansados de tantos halagos, Sencillamente GRACIAS A TODOS. (Fingerling, 2013)

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