sábado, 9 de junio de 2018

El mercurio de la Faraona





Estaba nuevamente acompañado del consejero de las pasiones, recordando la ganancia de mis últimos descubrimientos, sentado allí en mi despacho, abrasado por el calor del extaciante aroma de la ultima mujer que se sentó en frente de mi con la intensión de venderme sus falsas promesas de movilidad y éxito.

En ese momento, solo pero acompañado de mi memoria me sorprende viendo como el tiempo pasaba mientras que uno de mis colegas tácitos se vanagloriaba de su posible progreso. Allí me llegó un vago recuerdo, una etérea sensación de lo que pudo haber pasado.

Alguna vez pude soñar el estar sentado pensando junto a esa faraona que dejo caer sus deceso por la fuerza de sus laberínticos malestares, aquella victoria sobre nuestra tierra fértil que hizo marchitar, por la prontitud de nuestro encuentro, toda la felicidad de construir los cimientos de una descendencia mas clara y menos confusa que aquella que lo esta siendo la muestra, esa felicidad de las crías que he podido contemplar al pasar los parques que se encuentran en mi ciudad y con la que me he de alegrar.

En ese preciso instante pude reconocer que mi vida ha estado llena de victorias, no las victorias que usted se pude imaginar, las victorias que un enfermo de un cáncer terminal nunca se imaginaria lograr. Es decir, del logro del recuperarse de algo que parecía interminable. Esas victorias que no se resaltan como lo hacen cuando con las medallas olímpicas conmemoran a un atleta. Las victorias móviles de un corazón fracturado que por primera vez, logra ver como su esencia se empieza a recuperar. Esa victoria que se muestra como un avance, pero que en realidad es tan solo el sabor amargo de ese medicamento que se toma para no sucumbir ante el agotamiento de la ausencia de lo que alguna vez fue el místico consejo dormido del amor.

Desafortunadamente allí se gestaba el engaño. Esa sensación de futuro que es producto de la ausencia de aquella faraona que en su sarcófago móvil y poco rígido se encuentra. Aquella sensación me generó in mareo inusual, me confundió, me trunco y me despedazó; eso ocasión que la idea de recuperar los afectos que algún vez pude sentir por ella, fuera posible.

Mentira, engaño, fantasía y un poco de cinismo. Eso fue lo que puede articular al re pensar y al amarrar mi rencor con las costras que se han generado por dejar de  sentir. Pero cómo? como pude dejar de sentir? Esa pregunta es muy sencilla de responder, se responde con tan facilidad como lo hace un infante al responder como una flor toca su emoción.

Porque si, porque si es posible vivir después de la muerte, deceso  ocasionado por el veneno que no se puede extinguir, y que por lo mismo se ha marcado en el órgano palpitante que todo mamífero puede tener. Y allí esta ese mismo veneno placentero que me tiene relatando las historias tatuadas en el pasado. Aquí es donde se encuentra el sinsabor del desamor llevado por la inmediatez y la ausencia de pericia en las relaciones interpersonales. Aquí y allá, en ese momento atemporal que dice y no dice. Ahora y antes, en ese y este tiempo que todo lo puede y nada logra. Por eso pude ver como me encontraba engañado por el paso cronométrico de los minutos, segundos, horas, días y años.

Fue ese veneno el que hizo del pasado un ser engañoso y ausente, un ser que la ver la victoria que se esta percibiendo por medio de la realidad de mi compañero, se sienta como si fuera mas valiente que lo fui yo.

Que bueno es saber, conocer y atesorar ese recuerdo de aquella hechicera que al convertirse en faraona y luego desertora, ha dejado en mi. Ese recuero  tan vivido como lo fue su presencia, esa representación interna de la vida y la luz, esa maravillosa parte de mi historia.

Aquella parte que al buscar encadenar y sumir debajo de centenas de litros de mercurio, con los que pensé que todo eso se encontraba clausurado debajo de esas lapidas tapadas por las decisiones de sus errores, se había desenterrado para mostrarme que el sentir no se podía evitar sólo anestesiar. Esos mismos líquidos pusieron fin a la continuidad juntos, lo hicieron ese mes quinto del año de la treceava vuelta al sol después del segundo milenio del calendario solar después de la época del sacrifico del ser emblemático de occidente. Paradójicamente eso también  me dejo continuar con la vida cotidiana.

Al verme vagando en mis pensamiento identifiqué el engaño que recibí, entendí que no era nada más que ese pequeño suspiro que me decía “sigue”. Era tan solo la forma de hacer de mi presente, un oasis simple y atractivo. Pero mi deseo insaciable despertó al ver que mi actual ser no era ni menos complejo, ni más atractivo; por consiguiente, este enredo, así como la poción que de sus fluidos mi cuerpo absorbió, se mantiene presente. (Finguerling, 2017)

  

sábado, 26 de septiembre de 2015

Rosa roja: Saludo Te saludo desde la nueva comprensión



Hola, te saludo desde nuestra distancia cercana pero incongruente.  Silencio de tu parte, que mas puedo esperar si no te comunicas conmigo.  Entiendo porque no me saludas, se porque has decidido aparte tácitamente de mi vida. Acepto tu no ajena distancia.

Hoy te saludo después de muchas centurias para decirte que te sigo pensando, para recocerle al mundo que sigues siendo, como siempre lo harás, parte de mi vida. Pero hoy es diferente. Hoy es una fecha de pretexto con la que te muestro que por primera vez te he entendido, paradójicamente he entiendo tu decisión de dejarme.

Es en esta noche, la primera noche en la que me he permitido sentir el frio sable que en la ironía del mundo onírico se puede expresar. En esta noche que ha caído, se da la libertad que permiten los efectos fortuitos del incongruente licor, de escribir estas palabras.
Hoy por primera vez, entendí lo que significa dejar a un ser al lado, hoy entendí, y comprendí sin nostalgia alguna, lo que implica la vía del dejar atrás el pasado significa; y conocí nuevamente lo que es el sentirse libre. ¿Eso que sentido tiene? Claro que significa continuar construyendo autónomamente lo que a cada quien implica; eso que es la factura de la vida quiere cobrar. Eso es  que el continuar caminado en el curos que uno mismo se ha planteado para cada quien representa la gloria.

Hoy te vi entre rezagos de memorias, te vi entera como cuando nos juntábamos libres mentas nuestros cuerpos se complementaban. Hoy te vi sin verte, hoy te recordé con amor y con libertad, hoy pude observar tus ojos esmeralda en las lúgubres nubes de nuestra ciudad. En este día te vi aunque no se como te encontraste disponibles a mi vista. En este día, como lo puede ser cualquier otro, te sentí mas cerca de lo que puede que hayas estado en los doscientos días anteriores. Por eso mismo es que tu recuerdo se convirtió en la razón exquisita de estas palabras.

Una vez tumbado en el gestor de mis perfumes infantiles, me permití evocar la razón mediática de mi complicación actual. Estando allí pude conocer en compañía de mi mentor las vicisitudes de mi ser, logre evaporar el aroma de nardo que se marco entre nosotros. Pude develar como es que simplemente te había atado como justificación de mi única culpa; logre sentir que eras tan libre como lo soy yo.

Es tan curioso como inconcluso, eso es esta vida, toda nuestra vida. Esto es tan enmarañado como desde el principio lo fue. Ahora al lado de unos cuantos sonidos expresados por el ritmo del electro tango, me sigo acordando te tus ahora etéreas caderas. Continuo procesando la razón de mi eterna lentitud, asimilando las culpas que me generando el tratar de procurar tu ausencia de dolor. Y como mis manos te di sin pensar, en la intención de procurar tu ausencia de dolor, y con toda la intención de no consumar tu amargo sentido te di. 

Son las tonadas previamente pensadas las que mueven mis dedos para escribir y transcribir mis emociones disgregadas por la consten e indolente tendencia de mi vida. Esa nota recurrente que me permitió despojarte de tus sudadas medias prolongadas que se extendían hasta la protuberancia de tus glúteos. Esas misas tonalidades que una vez te pensé ates de imaginar que nuestra historia se marcaria en mi piel como lo ha hecho hoy en día.

Siento que me he perdió en la hermosura de mis recuerdos contigo, mi piel se alborota cuando trato de denunciar la forma en la que te sigo pensando; aun así la vida me ha mostrado que ya somos seres energéticamente disimiles. Menos mal.
Por eso mismo es que te quiero manifestar que me he perdonado, que ahora soy un ser tan completo como la primera vez que nos vimos. Soy el dueño y señor de mi templo, soy ese que todo ese mundo en el que conociste quisiera derrocar. Ahora soy mas completo y mas frágil, pero soy mas fácilmente re construible. No sabes como he crecido, y no lo sabes porque tu pasividad no te lo ha permitido.

Puede que una vez que te vea vuelva a temblar, puede que mi cuerpo líricamente atado, quiera intentar poseerte una vez mas; se que puedo volver a resbalar en ese mismo intento. Eso no me preocupa, tu y yo sabemos, así como lo sabe tu furo pretendiente, así como lo sabe tu parejo actual; es medianamente fácil.

Hoy en día e entendido la formula de la comprensión que nadie puede aplicar. Siendo el primer día de la resurrección del eterno enamorado, te puedo decir que por el momento tengo suficiente de ti, tengo suficiente de tus símbolos banales, como lo tengo de los míos; puede que unos se enmarque en la piel, como puede que los otros mueran con ausencia de la irrigación del suelo nutriente del hidrogeno que las plantas necesitan.

Es en este momentos de sollozos y pocas vivencias que tengo que agradecerte. Es ahora que tengo que manifestar que el tiempo que pude compartir a tu lado ha sido el mas grandioso de mi vida. Todavía me acuerdo de las preocupaciones de tus hermanos; que siento el amartillar de las paredes de tu nuevo lugar de vida; que siento el aroma nauseabundo del excreto de tu gato. Es en este momento en el creo que pueda que estas letras no vas a ver, que te digo: te agradezco todas y cada una de las muestras que me permitiste sentir de ti, te agradezco tu sinceridad en lirica, en cuerpo y en alma; te doy gracias por soportar lo que implica mi ser, lo que significa el entender mis pasiones y mis dolores; lo que fue el estar a tu lado y mostrarme como el pilar que no se ha de destruir aún cuando todo tu mundo se caía a pedazos.

Por eso es que te digo desde el amor eterno de los tiempos del aroma: Espero que todo lo que te propongas sea una fuerza mas para hacer que tu desendencia logre todo eso que tu a pesar de la marea de tu historia, quiera lograr ser.

Puede que la vida nos vuelva a encontrar, pueda que no; eso no es importante. tan solo busca que no haya una sobra que se alce debajo del poste que te proteja, para ti y los tuyos. (Finguerling, 2015)

lunes, 11 de noviembre de 2013

Entre miradas y fantasías




En el momento que te vi, pensé que eras una mas de esas mujeres a las que le brindaría un gramo de conocimiento, me imaginé que lo que pasaría entre los dos seria tan solo una muestra de interacciones racionales y mediadas por las responsabilidades y los deberes. En ese momento no se me pasaba por la cabeza que las cosas entre los dos llegarían tan lejos y tan profundo, no tenia ni idea que lo que se generaría entre ambos dentro de mi.
En lo que ha transcurrido desde el momento que nos conocimos, las cosas han cambiado mucho, se han transformado en algo que todavía, a pesar de mi conocimiento y de las experiencias que en mi se han enmarcado, no puedo descifrar. Entre nosotros ha surgido un baile que compartimos sin tocarnos, se ha gestado una dinámica que desde su mágica esencia me permite revivir simbólicamente.

Es extraño y confuso, es enredado, pero sobre todo atrayente. Lo que hemos creado mutuamente, se ha convertido en un juego erótico de manifestaciones inconclusas y laberínticas. Nos encargamos de atraernos y de mantenernos cerca por medio de códigos evidentes que se encuentran enmascarados por las dinamias de los lugares que compartimos cunado nos vemos. Esos momentos nos permiten deleitarnos de la presencia del otro, pero también nos aproximan poco a poco a eso que deseamos tanto, mientras que sabemos que no puede ocurrir.

Con tu coqueta presencia me permitiste revivir una historia que yacía perdida en el océano de mis recuerdos. Con lo que recientemente hemos hecho, se ha despertado una de las causas, una de las múltiples razones  por las cuales he construido lo que soy hoy en día. Tu llegada tímida pero furtivamente directa, me ha proporcionado la conexión olvidada de mi primer amor; me transportaste a esas emociones que ya hace un tiempo se encontraban sedadas por los analgésicos que gracias a mis últimos desprendimientos se han producido en mi cerebro.

A tu lado siento como el latido se acelera y llega a cada uno de los limites de mis extremidades, siento un calor inclemente, una energía que sobre pasa cualquier efecto farmacológico que una droga puede llegar a ejercer; es confuso que quiera seguir sintiendo eso mientras que sé la gravedad de lo que está pasando. Es una locura lo que he podido traducir de eso que siento cuando te pienso, lo que pienso cuando no te siento, y lo que me imagino oníricamente a tu lado. Juntos somos una pareja armónica pero distante, somos dos seres que en el fondo quieren estar en contacto, pero que sabemos que lo nuestro se encuentra conjurado.

 He logrado con dificultad mirar esos preciosos ojos tuyos sin permitirle a  mi cuerpo actuar y acercarme a tus tan dulces labios. He escuchado tu vos concentrando mi mente en los contenidos que con ella se revelan, esto, dejando de lado los sonidos sensuales que entre líneas se cuelan dentro de tu discurso. He visto tu singularmente atractivo cuerpo sin permitirle a mis manos desgarrar tus vestiduras para verlo íntegramente como es en realidad. He logrado acercarme al limite del abismo que implica tu proximidad sin sucumbir a mis mas profundos deseos, y lo he hecho por ti; suena contradictorio pero es así, tu me das la oportunidad de sentir un sinnúmero de sensaciones y de emociones que hace mucho tiempo no habría tenido la posibilidad de sentir. Así mismo me recuerdas con eso que siento, que lo tengo que encontrar en los brazos de una mujer mas parecida a lo que yo puedo brindar, eso quiere decir que debo hallar a una mujer que también me pueda brindar complementos que surjan de algo mas allá de lo consumado debajo de las sabanas. Por esa razón te agradezco por lo que hemos vivido en lo que nos hemos dicho, y por lo que no nos hemos dicho; por lo que nos hemos manifestado sin tocarnos, y por lo que nos manifestamos con esos fugaces contactos de nuestras manos. Por eso te agradezco la oportunidad que me brindas cuando nos encontramos, la oportunidad de conocerme y de crecer, de vivir limitadamente, y de pensarme en la prohibición de nuestros deseos. Gracias por estar allí como me permito y te dejo que estés allí.

Te quiero sutil generadora de sueños imposibles, te admiro por la fuerza que tienes, y te respeto por lo que has logrado. Tu, tus verdes ojos, tus carnoso labios rosados, y tu sonrisa seductora han cautivado la atención de este solitario leopardo que se fija en las enredadas rutas de los comportamientos humanos. (Finguerling, 2013) 

Saludo a la melatonina extrañada



Hola hermosa, hola hermosa rosa que en estos momentos florece en los campos de otra tierra. Te saludo desde la distancia arraiga que en los últimos y relativamente esteros segundos extendidos que hemos construido para nuestro mutuo bienestar.

He decidido elaborar esta corta comunicación para manifestarle al mundo, pero sobre todo a ti lo que siento. Puede que ya la desazón que me dejo tu partida se haya sanado, puede que el dolor inarticulado que se genero por la fractura profunda de las razones que me diste para terminar nuestro contrato social, se encuentre sanado, como puede que en el fondo no sea así; eso en este momento de la existencia del mundo que nos rodea, tal vez no importe. El punto crucial es la manifestación de lo que ahora quiero revelar.

El extrañar se complejizo en el transcurrir del tiempo, se convirtió en momentos ínfimos de anhelación o de desprecio. Se integro parcialmente en las justificaciones fantasiosas de lo que en mi mente se construía gracias a tu ausencia, volviéndose en la herramienta, en el bastón que me ha servido para seguir caminando en mi mundo lleno de agujeros propiciados por tu interna presencia, que es sutilmente, tu externa ausencia.

Si, te extraño, te extraño como lo hacen los incautos caminantes erráticamente perdidos en el desierto en busca de un oasis lleno del liquido vital. Te extraño porque me encargue de creer, tal vez en vano, que tu estarías allí a mi lado por el resto de mi esencia vital dentro de este imperfecto pero hermoso mundo.

Puede que pienses que lo que extraño de ti es tu aroma, tu atrayente cabellera, tus seductoras expresiones, o quizá, tu eróticamente configurado cuerpo. No, eso no es lo que más extraño de ti. Lo que en mi presente extraño de tu ser, es la aceptación y sobre todo comprensión de mis dolores mas profundos; la inocente boga y cobijo de todo eso que te permití conocer de mi. Extraño, las caricias en los momentos que me mirabas cuando las lagrimas que corrían por mi rostro, me brindabas; extraño la confusa compañía que le dabas a ese corazón que me impulsa todos los días. Es así, es eso lo que me ha hecho falta desde el momento en el que decidiste irte en búsqueda de aquello que te pedía tu cuerpo y tu históricamente significativa esencia.

Ya no estas a mi lado, ya no te alimentas del abono que te puedo dar yo, como ya no te hidratas con los fluidos que desde lo que soy, te puedo brindar, te supliste en nuestro tiempo. Eso esta bien para lo que yo te prometí, y lo que en todo momento te cumplí.
Como te lo dije mas de una decena de veces: “yo no voy a se una tara para tu desarrollo”. No lo voy a ser, como espero nuca haberlo sido, un ancla en lo que tu has querido ser. Pero, en estos momentos intento conservarte a mi, y si quiero ser sincero, lo he hecho; te aferro a ese hermoso recuerdo de todo lo que imperfectamente vivimos juntos.

La razón de este defectivo comunicado es decirte, que no volveré a entregarle mis dolores y mi pasado mas profundo a aquellos sujetos como lo eres tu, eso que hace completamente parte de mi; eso que creía que seria un pilar dentro de una relación. Comprendí que lo mío es tan solo mío, y de absolutamente o afortunadamente, de nadie mas. Con todo el amor de la existencia gracias, muchas gracias por enseñarme que la fuerza y el coraje se debe encontrar en el amor, en ese amor que muy sabiamente en sus caminares filosóficos dijo un pensador del pasado cuando manifestó que: “tener a alguien que te ame profundamente te da fuerza, pero amar alguien profundamente te da coraje.”

Puede que te estés preguntando el porque de la melatonina extrañada, puede que tus vivencias actuales te permitan alejarte de eso, como puede que ni siquiera hayas comprendido lo que significó tu paso en mi vida. La melatonina en la que te convertiste y luego diluiste, era eso que en el pasado y en nuestro presente ya pasado, eso que desvanecientemente eres. Porque como el sol alimenta la producción de esa sustancia química que es fundamental en la vida de las plantas,  tu lo fuiste por lo que en ese en nuestro tiempo, para mi; tu fuiste mi errática pero hermosamente brindadora de vida.
En mi tiempo actual, y muy seguramente, en mi tiempo futuro, digiero y disfrutaré este amor, este amor que se muestra en mi conocimiento de lo que he vivido, no solo contigo, sino mas bien, en toda mi vida; por eso, me amo profundamente así como también se que amo  al mundo profundamente. (Finguerling, 2013)

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La noche de los arroyos arremolinados




Un par de días después de haber sido liberado del enclaustrante encierro que me tenia ese sitio oscuro y medicamente insano, tuve la oportunidad de salir; me di el permiso de caminar fuera de esa cotidianidad infortuita en la que me incursioné como producto de mi anterior deceso. Proseguí sin rumbo alguno y sin ninguna intensión evidente. Las calles parecían extrañas, pero en el fondo sabia que antes las había recorrido con o sin esperanza.
Un par de pasos y de intrincadas calles bañadas por el desasosiego del clima, frené por el llamado del destino. Metí la mano en mi bolsillo y tomé el teléfono que allí se encontraba. Observé en un mensaje las lineas de una doncella que se manifestaba después de haberse enterado que me encontraba cercano a ella. Leí su amable intención de encontrarnos para compartir un tiempo y un lugar; nada especial tengo que admitir, era tan sólo una excusa mas para seguir transitando. Así mismo, como lo fue el comunicado que recibí, accedí a nuestro encuentro.
Regresé a mi morada repetidamente pasajera, me quité los despojos de la inanición y me incursioné en la búsqueda del lugar de nuestro encuentro. El camino se cerraba frente al carruaje que había tomado, todo me decía, incluso el cochero que guía los caballos que nos transportaban, que no prosiguiera. Pero mi ímpetu y mi característica terquedad nos convenció a todos para que siguiéramos adelante. Por lo que le indique seguir, no importaba nada mas, todo lo que quería era volver a sentir el extaciante aroma de una musa efímera o constante; era como si dentro de mi se hubiera gestado la posibilidad de una nueva posibilidad con la cual abatir mis alas regeneradas y mejoradas, era casi como si me hubieran contratado para un nuevo trabajo.
Paso un corto tiempo antes de encontrarme frente a una barrera móvil, imponente y aparentemente intransitable, dudamos en continuar, nos lo preguntamos el cochero y yo, pensé en decirle que desistiera de alcanzar nuestro destino. Pero las punzadas que en mi piel retumbaban me animaron a continuar, por lo que a regañadientes pude lograr mi destino.
Una vez mas próximo a ella, pero igualmente lejano a nuestro encuentro, se atrevió a salir, indicó el destino de mi carruaje y al bajarme me recibió con una sonrisa y un sedoso abrazo. Ingresamos en el sitio, estaba casi desolado, con una luz rojiza tenue y el ruido del exterior que armonizaba el ambiente. Ella estaba particularmente atractiva, se encontraba vestida con una vaporosa camisa que le descubría sus sutilmente alargados brazos y tenia un corto retazo de tela que permitía al publico, incluyéndome a mi, deleitar la exuberancias de sus contorneadas piernas; su pelo se dejaba caer con naturalidad, la forma de su rostro se manifestaba con mas alegría y espontaneidad que nunca; yo sabia que se sentía en su territorio.
Sus ojos, oh! que ojos, ese par de precisos cristales de calvaban sin intención dentro de mi y me hacían sentir la gloria fantasea del ladrón que por sus medios le había arrebatado el tesoro mas preciado a las arenas de un desierto hostil, desconocido y completamente impensable; pero ella no se conformaba con eso. Exponía ante mi un par de pómulos rozagantes no solo por el color del maquillaje que llevaba puesto. Además de eso, y para dejar de alagar su contextura física, tenia un par de labios sutilmente bañados por un rosa profundo que magnetizaba mi mirada. No pensé encontrarla tan atractiva y tranquilamente seductora. 
Nos quedamos hablando por unas varias decenas de minutos, ella, yo; y ojala que estuviéramos tan solo los dos, pero estábamos con una amiga suya. No me molesto la presencia de alguien mas, mas bien complementó el momento. Así pasamos mucho tiempo hasta que después de cambiar de sitio, nos decidimos los tres a buscar un nuevo lugar en el cual continuar la noche. 
Pasamos a nuevas sillas, con otro ambiente, seguimos compartiendo, me sentía ligeramente incomodo y fuertemente seguro; sabia que era una noche en la que haría todo para ocuparme de pasarla bien. Así fue, la pase fenomenalmente, seguramente nadie podrá imaginar la gloria que logré percibir con todos mis sentidos.
Antes de partir, ese clima que antes había dificultado mi encuentro, fue el mismo que sin saber, propició que mi danza o mejor dicho, nuestra danza, se prolongara lo suficiente para que seguramente en la cabeza deseosa de oportunidades y fantasiosa de situaciones no presentes, nos planteara la idea a los dos de una posibilidad de acompañamiento, tal vez inicialmente erótico, o posiblemente, fuertemente afectivo. Eso no me afana y mucho menos es mi objetivo.
Así como llego esta experiencia, termino, pero no lo hizo sin antes descifrarme una nueva posibilidad de encuentro. Quedamos en vernos después de ver caer el sol de un nuevo día. Puede que eso ocurra como puede que no, no importa, no me importa; tan solo me siento momentáneamente completo por lo hoy vivido. (Finguerling, 2013)