Buenas noches, esto es tan solo un poco de realidad en la patraña que en cada uno de nosotros se ha instaurado.
Al despertarme este particular día, tuve la posibilidad de sentir que no tenia el deber de ser especial, que tan solo debería ser un día mas, uno cualquiera, pero al desalojarme de mi guarida de seguridad, la muchedumbre errática me mostraba que algo mas estaba pando, que en el fondo de sus seres se movía un engrane diferente; entonces yo me pregunte ¿qué es lo que esta pasando? ¿por qué todo el mundo se comporta de forma diferente?
Paso un tiempo y logré sentir eso que no sentía hace mucho tiempo, re descubrí que ese día no era como cualquier otro, que en realidad era un día especial, pero que desafortunadamente por la constancia de la repetición incesante de las desgracias que traía ese mismo día cada año, yo lo había olvidado.
Entonces seguí transitando en medio de aquellos seres hipnotizados por la costumbre y decidí acordarme de un pequeño ser que me dio un trio de alegrías en ese mismo día, y por eso me acerque a una pequeña mujer que trataba de sobrevivir en la costumbre cotidiana de su oficio y le dije:
-Disculpe vecina ¿tiene margaritas? A lo que ella sorprendida la verme me contesto:
-Vecino, hace mucho tiempo que no lo veo por acá, déjeme un segundo ya miro-
En ese momento esta pequeña sobrediente se levanto de su posición y miro dentro de su mercancía y me dijo:
-Mire, esta de suerte tan solo me quedan dos ramos están estas y esas otras-
En eso yo examine cada una de las opciones que me presentaba, y decidí tomar aquellas flores que tenían en su centro un amarillo brillante, y que en sus hojas el color morado carmesí se desvanecía poco a poco, hasta llegar a un blanco inclemente, entonces le dije:
-Vecina quiero estas, deme estas no importa cuanto cuesten-
Ella sorprendida con mi reacción me dijo:
-Esas no están muy bien que digamos, faltan algunas para completar la docena-
A lo que yo le conteste:
-No se preocupe por eso, estas están perfectas-
Poco tiempo después, la vecina de todos sacó el ramo que yo ya había seleccionado y me lo dio. Le pagué lo que ella me pidió, no renegué acerca del valor porque en realidad no era demasiado.
Al tomar un transporte cotidiano que me recordó la hermosura de las rutas del pasado y la amargura de las mismas que emergen en el presente, cerré mis ojos y esperé a que una señal me mostrará el punto en el que debía descender. Así fue, de un momento a otro un transeúnte del destino choco con mi pierna, se disculpó y con eso me saco del trance de la evitación, señalándome coincidencialmente que ese era el punto de mi destino.
Al arribar a la posada de esta musa del pasado y en especial al sentarme en aquel sillón que fue mi refugio perpetuo de sueños eterios por las modificaciones que el destino ha elaborado comprendí que ya en realidad las cosas son tan inimaginables como lo dictamina en rio de la vida. Por eso tomé a aquel sabio amigo que conseguí hace tiempo ya y salí a degustar una suculenta comida en un lugar desconocido; porque yo sabia que no importara el lugar, mi ser disfrutaría el suculento alimento que se presentará, indiscutiblemente, porque lo que en realidad importaba era la compañía, tal como lo he hecho desde el momento que me di cuenta que lo mas importante del alimento, es que sea un buen bocado de alegría para el alma, y sobre todo para el crecer de la propia vida.
El día siguió transcurriendo y con la melancolía del atardecer abarcaba todo mi ser, sentí que la angustia no daba lugar a nada mas que a un miedo incontenible por incertidumbre frente al no saber como terminaría este día en especial.
Llegue nuevamente a mi supuesto refugio, y al estar allí bloquee mi mente y mi corazón para que aquellos que también se encontraban pendientes de la importancia del día se dieran cuenta de mi situación actual. Por supuesto pase desapercibido, por lo que seguramente esa noche trascurrió con una absurda calma.
En esa mezcolanza de sentimientos, pensamientos y emociones reaccioné, viéndome disfrutando de la gloriosa infinidad que genera el placer de hacer sentir felices e importantes a aquellos que consideramos querido; tan solo pensando en el porque de lo que estaba haciendo.
No muchos momentos después recibí esa llamada que no pensaba que fuera a llegar, peo que en el fondo de mi corazón, anhelaba que sucediera. Si, me llamo ella, es mujer que estoy destinado a dejar de vanagloriar.
Me dijo con una voz de gratitud y temor al mismo tiempo:
-Hola, muchas gracias por tu regalo, me encanto de verdad-
Ante eso yo le conteste:
-Me alegra mucho que te gustara, lo hice con todo el corazón-
Ella siguió con su discurso diciendo:
-Si, esta hermoso, muchas gracias, en serio me gusto muchísimo; sabes, te quiero mucho-
Entonces me encontré con el dilema de no saber como continuar con la conversación, a lo que creo que sabiamente porque así mi corazón me lo dictó, conteste:
-No tienes nada de que agradecerme, porque eso que tienes allí, es lo que tu presencia en mi vida logró evocar, me gusta mucho que te haya gustado; y sabes algo, hace ocho años no hacia eso, eso que tienes contigo ahora, que tengas una feliz navidad-
Después de un par de comentarios mas, la conversación terminó, y en mi quedo una gran satisfacción por lo que en ese momento de alegría, nostalgia y dolor había realizado, ese instante temporal que le dio rienda suelta a la creatividad de mi corazón; ya que fue en ese etéreo suspiro temporal, que logre hacer lo que en esta noche ha generado un poco de bienestar. Mostrándome así nuevamente el porque del olvido de esta fecha tan especial.
En conclusión, porque con este insignificante detalle que seguramente se desvanecerá con el paso del tiempo, entendí que yo no me voy a enajenar con el veneno que el consumismo le ha enmarcado a una fecha tan especial. Celebración que desde mi punto de vista, tiene como objetivo eso, sentir la vida, hacer lo que se siente, y de allí, mostrar un poco de la gratitud que se le debe a la felicidad permanente o pasajera que alguien en la vida de uno puede llegar a generar.
Feliz navidad a todos, vívanla mas allá de la excusa social que enmarca el gasto del capital; sientan la hermosura de dar un poco de la esencia que refleja el detalle de la simpleza del adorar. (Fingerling, 2010)
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