Si bien las cosas no son lo que fueron ayer, y tampoco lo que esperaba que fueran; hoy es un día nuevo, un amanecer lleno de esperanzas, de sueños y de crecimiento. Es tan solo un día mas, un día que como lo fueron los millones que ya se han vivido, ha mostrado que la vida es mas que un camino por donde transitar, porque la vida es una carretera sin mapa, un sendero que recorremos a ciegas, es eso y nada mas.
Con este día que transcurre sin mayores sorpresas logre entender que el estar o el dejar de estar es algo que no se puede controlar, es como si en realidad lo que importará es lo que logramos realizar, ya que en eso se encuentra lo que nos define de verdad. En algún filme que en este momento no puedo recordar apareció una frase que define bien lo que en este escrito quiero retratar, y citando mal lo que allí se logro plasmar muestro lo que de este pedazo de arte tato de apropiar “hagas lo que hagas en tu vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie mas lo hará. Cuando alguien entra en tu vida y parte de ti te dice que no estas listo, pero otra parte de ti dice, haz esa persona parte de ti por siempre.”
Es allí donde todo queda en realidad, en la eternidad del presente, en la inmensidad de los recuerdos, debido a que estos son los fieles guardianes de mantener a esos seres que hacen y han hecho parte de nuestras vidas, en ellas por siempre.
Hoy, una vez mas, ese incomprensible transcurrir de la vida me mostró lo hermoso de estar transitando en ella, me enseñó como lo seguirá asiendo mientras siga en ella, que cada pequeño acto que logre compartir con aquellos que quiero, quedará guardado en sus memorias, ya sea en los recuerdos conscientes como en aquellos que por su inmensa carga sean desplazados, transformados, disfrazados y desdibujados, terminen recluidos como inconscientes.
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