domingo, 11 de octubre de 2020

Confesiones de un ángel caído




Se ha escuchando muchas veces que los ángeles son seres inmutables y pacientes que tienen dentro de ellos la capacidad de ser ausentes de los deseos y las emociones humanas, pero alguna vez se le ha preguntado a algún ángel desterrado, si mantiene esa capacidad ni virtuosa de ser aséptico a las emociones?

Con esa pregunta me llego al despacho joven sujeto. Se encontraba pasivamente angustiado por la novedad de encontrase allí conmigo. Él estaba bien vestido, aromático, como seguramente acostumbraba para sus asuntos importantes. Yo le di la indicación de que siguiera y reposara en su presencia en un modesto asiento que teniadestinado frente a una pequeña mesa de centro que había heredado de unos enamorados europeos que tuve el placer de conocer años atrás. Luego me dispuse a sentarme en una como poltrona que tenia, un asiento roido por la edad y por desmanes de las mascotas que alguna vez pasaron por esta ovación. 

Una vez estábamos los dos dispuestos para la conversaron me dijo: -Señor, usted se ha sentido preso de su propia incertidumbre?-. Yo sin tener muy claro el motivo de la pregunta decidí responde a tan particular pregunta con un roce de mi rostro y una expresión curiosa: -Posiblemente si, pero no estoy seguro a lo que se refiere usted-. Él espero un poco, tenia su mano derecha empuñada en el brazo de la silla en la que se encontraba, era par mi difícil no notar ese acto particular. 

Después de tratar de acomodar su cabellera y de mirar su muñeca izquierda en la que se acomodaba sutilmente un cronometro lujoso, me dijo: - Un ángel caído no solo ha perdido sus alas, también ha encontrado un diamante desterrado de los dioses, una joya preciosa que ni ellos e alcanzan a imaginar. Esos dioses aparentemente magníficos no tienen idea alguna del valor de lo que han dejado de sentir.-

En ese particularmente, sin pensarlo ni quererlo, pude sentir como mis dos órganos lares se revistieron del liquido que los lubrica y me permite ver con atino. Me sorprendió el darme cuenta de tan peculiar comportamiento involuntario de mi cuerpo, por lo mismo, me dispuse a ofrecerle a mi estético compañero un trago del néctar mas costoso que tenia a mi disposición. No escatimé en la propuesta, no sabia la razón por la que mis glándulas gustativas se encontraban deseosas de eses tan particular y fuer compuesto hetilico. Él acepto sin mucho titubear, pero tampoco, sin dejar de apretar el noble pedazo de madera bañado en brillo que se encontraba debajo de su mano derecha. 

Una vez me encontraba nuevamente en mi lugar de escucha, ese impertinente sujeto comenzó a hablar: -Claro, usted debe ser un simple mortal, no podía espera nada mas de usted.- 

En ese momento no sabia si sentirme ofendido o apagado, no tenía claro como entender esa manifestación que provenía de este sujeto. Poco despues le pregunte al o que se refería, y me dispuse a tocar con mis labios y boca un pequeño sorbo de ese néctar que, aunque me doliera un poco compartir con aquel sujeto, se sentía como una gota de goce.

Sin respuesta alguna me dijo que tenia que continuar con esa historia, aquella narración que tn solo sentia como un caso valdio proviene de un sujeto confunddo que había acudido a mi por la complejidad de su angustia interna. Que ecuiboado me encontraba yo en ese momento. 

Sin esperar mucho me disparó una pregunta certera:-¿usted alguna vez ha tenido alas?-.

Que pregunta tan fanteosa y tan irrelevante. Para los dos aparentemente, era fácil de responder. Ni él ni yo ,hemos tenido alas. Qué equivocado, puede así que sea, me encontraba. 

Este sujeto que se propuso a llamar Lilith me dijo que si había tenido alas alguna vez en su pasado. 

Lo tomé como un desatado mental y me dispuse a despacharlo de mi morada labora. Antes de mis movimiento me pidió que lo escuadra. Me dijo que lo que me tenía que compartir era  tan valioso como lo puede ser una fortuna heredada de un disco que nunca ha sentido la preciosa ganancia de obtener los privilegios por medio de su esfuerzo y su tiempo. 

Eso me llevo a pensar que tenia que atesorar la inversión cronometrada y lujosa que había hecho. No me olvidaba del costo emocional que me implicó el licor que sin pensar le compra. 

Así sin mas me dijo: - He caído, me han rechazado por vez primera en el cielo de los dioses. He caído pero no me han enseñado a caer, no me han dicho lo que tengo que hacer, ni para estar allá donde están ellos, ni para estar entre los que no son como ellos.-.

Que contradicción tan grande puede ser lo que me esta manifestado. No ser, o tratar de ser sin ser. Que difícil puede que sea el sentir de una desolación terrenal y emocional, no se cual acarrea mas dificultad. 

Ya cautivo por su relato me dispuse a tomar un sorbo largo de ese elixir que me siempre me ha ayudado a remover cada uno de los casos complejos que me han rosado. Supe que no se traba de cualquier cosa. Entendí a trancas y a mochas que ese sujeto había buscado la manera de recuperar su alas, y aun así, no había encontrado. Puede que en su búsqueda no las pueda encontrar jamas. Pero eso, no me correspondía hacer por él, ni por nadie. 

Tuve el ingenuo atrevimiento de preguntarle:- ¿Qué fue lo que pasó?- Ah magnifico error. 

Sin mucho movimiento alzó su cabeza y con una tímida sonrisa me miro y me dijo que lo que le había pasado no era nada nuevo para los sujetos que se encontraban en esta sociedad y que estaba destinados a aceptar las incongruencias de sus actos. (Finguerling. 20??)

No hay comentarios:

Publicar un comentario